Palabras ordenadas con algún fin más o menos indefinido (o lo que vienen a ser mis sirocos de juventud)

sábado, octubre 16, 2004

Pienso... luego existo

A veces cuando me quedo solo y en silencio me acuerdo de pensar. No siempre, pero a veces me gusta apagar la luz, sentarme tratando de imitar la posicion del loto (aun me falta algo de elasticidad) y cerrar los ojos.
Casi como si alguien hubiera encendido un proyector en mi cabeza, las imágenes se suceden automaticamente en ella. En ocasiones son imagenes de cosas que me han sucedido ese dia.
Otras veces recuerdo anécdotas con algún ser querido. Otras (las que menos) trato de ordenar mis ideas y de trazar el siguiente paso a seguir para conseguir mis sueños. Es una sensación extraña, pues parece que el ajetreo diario nos niega ese don que posee la raza humana.

Es como si cuando hiciera esto... se abriera una especie de paréntesis, (como en los anuncios de kit kat) que me aislara temporalmente del mundo en el que cuesta tanto no hacer las cosas por inercia o de memoria, casi como un automata. A veces pienso que cada vez hay un poco más de automata y un poco menos de mi mismo, y es entonces cuando trato de sorprenderme a mi mismo haciendo algo inusualo inesperado, disfruto con la reaccion de la gente y lo archivo en mis recuerdos y me digo, ¿porque no hago esto más a menudo? cuando lo recuerdo más tarde. ¿Porqué no vivir sorprendiéndome a mi mismo cada dia?
Es tan fácil hacerlo... y tan gratificante, al menos de vez en cuando... me gusta pensar.

martes, octubre 12, 2004

El tunel I

Me encuentro solo, muy solo, en este tunel lleno de gente con miradas sombrias, que caminan entre murmullos inaudibles, arrastrando los pies, siempre en fila y con la cabeza agachada.
En el tunel han puesto una bombilla pendiente de un cable a los metros justos para que una persona sin problemas de vision vea la espalda de la persona que lo precede. Bajo esta luz todo el mundo es de color gris, y los relojes no marcan la hora. Además desde aquí abajo no puedo ver el sol y no se nunca si es de dia o de noche, nadie lo sabe.
Pero no todo el mundo camina. Hay muchos que descansan, apoyados contra las paredes de la tubería que atravieso. Estos no lloran, ni murmuran, ni siquiera tratan de hablar, la pobre luz no les alcanza a ellos, pero tampoco les importa, ellos no quieren caminar más, se contentan con su rincón en la sombra, en el que nadie les puede molestar ni recriminar nada. Nunca les irá peor, pero tampoco mejor.
La pared de la derecha del tunel es de cristal y a través de ella se ve una sala de maternidad, llena de bebes con cara de ancianos, no llora ninguno, pero observan la marcha con rostros severos, en las paredes negras de la sala cuelga un cartel que dice -"¡caminad!" y una solitaria bombilla, como las del túnel, ilumina insuficientemente la estancia.
A la izquierda, en cambio, hay un espejo en el que todos los forzados peregrinos nos vemos reflejados. Sin embargo, y aunque la fila de gente se extiende hata donde me alcanza la vista, si miro paralelamente al espejo no encuentro el reflejo de los primeros, como si no hubiera nadie alli, y a medida que acerco la vista voy viendo gradualmente formas humanas cada vez más nitidas, hasta llegar a mi, perfectamente reflejado...

sábado, octubre 02, 2004

Un pequeño lugar

En la tierra existe un pequeño lugar llamado amor. Está en la naturaleza del ser humano encontrar este lugar al menos una vez en su vida. ¿Creeis en el amor?

Es curioso, yo no creo en dios, y dudo de la existencia del alma, sin embargo en un punto de mi vida he sentido una fuerza que no podía oler, ni tocar, que me envolvía haciéndome sentir distinto y me llenaba de esperanza. Mucha gente habla asi de dios todopoderoso, una fuerza que les da sentido a sus vidas y que les hace seguir adelante a pesar de todos los males que les pueda acontecer. Hay gente que va más allá, y al habérsele inculcado la creencia en un dios severo, viven temerosos, tal vez tratando de hacer el bien, pero no por el hecho de hacerlo porque esto sea lo correcto, sino por miedo a la represalia de un dios castigador. Es lamentable que el sentido de la vida de millones de personas sea el miedo y además considero una manera de vivir treméndamente egoista. La vida es un don demasido precioso como para vivirla en virtud de una imagen que ni siquiera sabemos si es real. Es más valiosa que una imagen al fin y al cabo, y merece la pena vivirla intensamente por la esencia de estar vivo en si. Cada acción que hagamos y cada sensación que tengamos debe darle sentido a nuestra existencia, cada momento que pasa es irrepetible, y nos da la oportunidad de cambiar la historia, no la de los libros pero si la nuestra, todo el mundo tiene ese don, esa facultad de darle la vuelta a su universo personal y al de los que lo rodean, la gloria existe, pero no en otra vida. La gloria es digna de ser compartida con todo el mundo, y es solo cuestion de actitud, la gloria es respirar amor, acariciarlo y comprenderlo en un estado etereo, pero a la vez terrenal.

No se si fuí tocado por el Todopoderoso cuando sentí aquella poderosa fuerza que no podía oler ni tocar, pero cuando acariciaba tus rizos negros, me envolvió haciéndome sentir distinto y lleno de esperanza. Se que existe ese lugar porque una vez estuve allí contigo, existe en nuestro interior y es capaz de cambiar el mundo ¿Crees en nuestro amor?