Palabras ordenadas con algún fin más o menos indefinido (o lo que vienen a ser mis sirocos de juventud)

lunes, enero 31, 2005

Ojalá

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas, convertir en cristal
ojalá que la lluvia, deje de ser milagro que baja por tu cuerpo
ojalá que la luna pueda salir sin tí
ojalá que la tierra no te bese los pasos

Ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa,
la sonrisa perfecta,
ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora,
un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones
ojalá que no pueda,
tocarte ni en canciones.

-Silvio Rodriguez-

Decirte, contarte

Decirte, contarte
qué pasa en mi cabeza
sonreirte, tocarte
te quema, te pesa
no puedo, te alejas
lo siento, me dejas.

Decirte, contarte
lo mucho que me duele
el verte, tan cerca
oirte, tan lejos
sentirte, seguirme
corriendo, cansada
hazme caso, para.

sábado, enero 22, 2005

Escapa del laberinto

Imagina que estás encerrado en un laberinto y tras andar por sus pasillos y recovecos durante muchas horas llegas a una sala en la cual hay dos puertas custodiadas por 2 guardianes. Una puerta lleva a la salida del laberinto y la otra a una muerte segura. Y la única manera de elegir la puerta correcta es haciendo a uno de los guardias la pregunta correcta, teniendo en cuenta que un guardia siempre dice la verdad y el otro siempre miente. ¿Cúal es la pregunta que deberías formular para escapar del laberinto?

jueves, enero 06, 2005

Día de Reyes

Hoy, día de reyes me he puesto manos a la obra para ordenar mi mini-cuarto con el fin de dejar hueco para el acuario que tengo que recojer mañana. La idea era quitar la estantería y meter la caja con los "jueves" en el armario empotrado de al lado y dejar esa pared libre. Pero al abrir el armario que llevaba tanto tiempo cerrado me he encontrado con una especie de "baul de los recuerdos" con forma de caja de cartón llena de viejos juguetes de mis hermanos y mios.

Se ha asomado a mi cara una sonrisa llena de emoción cuando me he recordado volando aquellas cometas tan y tan altas (le añadíamos más hilo al cordel) casi no las veíamos de lo pequeñas que se veían. Las subiamos a la granja en las tardes con viento de primavera, junto con mis hermanos y mi madre, que llevaba siempre una bolsa con bocadillos.
Después he sacado unos juegos reunidos en el que pasabamos más tiempo cambiando de juego que jugando y por último, en el fondo de la caja, mis dinosaurios de goma. Estaban todos, los velociraptores, los diplodocus, el triceratops, el clamidosaurio, Chico Jr y Chico, un coloso de 35 cm con forma de godzilla (Chico Jr es un tiranosaurus rex de 25 cm). Despues he llamado a mi madre, y le he enseñado mi tesoro, ella me ha sonreido y me ha dicho "claro que tienes tantos, si cada vez que íbamos al Ambulatorio del Carmen te compraba uno en el puesto de bichos de goma de la puerta" Entonces me he recordado saliendo casi cojeando de dolor por el pinchazo de Urbasón (el que lo haya probado sabrá que no exagero, duele MUCHO) y antes de abrir la puerda del sanatorio para bajar las escaleras que daban a la calle empezar a decir "mama, comprame un bicho de goma, venga por favor mami, comprame uno - no que ya tienes muchos - Pero es que ese no lo tengo y miralo que bonito es venga por favor mami..."
Siempre me compraba uno, y tengo tantos... Supongo que era lo único bueno de estar enfermo casi todos los años de mi infancia, eso y estos recuerdos que me han quedado, y que he revivido a modo de regalo de reyes este 6 de enero de 2005. Gracias Baltasar!