Palabras ordenadas con algún fin más o menos indefinido (o lo que vienen a ser mis sirocos de juventud)

lunes, septiembre 20, 2004

¿Y mañana?

No se, madrugaré como cada martes, me vestire, desayunaré y con un poco de suerte me dará tiempo a tomarme una madalena con el cola cao y me bajare corriendo a cargar hierro sucio y plagado de afiladas esquirlas.
A las 10 me tomare un bocadillo de atun, paté o (con muchisima suerte) jamon con tomate, mientras que escucho a los compañeros maldiciendo su suerte porque camacho a dimitido y el barça juega mejor este año. Despues aguantare la desesperante e insulsa conversación de mis compañeros escapados del planeta de los simios que me alargarán las cuatro horas que me quedan para irme a comer.
Allí disfrutaré de la compañía de mi madre que no parará de hablarme según entre por la puerta hasta que vuelva a salir, y yo asentiré con una sonrisa a todo lo que diga, e incluso es posible que despues recuerde algo de lo que me haya dicho, pero que no me malinterprete si lee esto, ¡te quiero muchisimo mami! ¬¬U
Comeré a supervelocidad para poder tirarme 10 minutos en la cama y cerrar los ojos, después me daré cuenta de que llego tarde (como cada dia) y bajaré hasta el segundo donde me daré cuenta de que se me ha olvidado la nevera con el agua, volveré a subir, y entonces me encontraré abajo con mis compañeros tirados en la acera bajo la piadosa mirada de las vecinas que siempre están al acecho.
Curiosamente la hora a la que más duro pega el sol es a las 3 de la tarde, justo cuando empieza a hacer la digestión de lo que has comido a tragaperro, es una sensación desagradable, las habichuelas repitiendote toda la tarde mientras te caen chorretes de sudor que forman rios en tu cara. Y eso volviendo a aguantar a nuestros "monos compañeros" cantando por decir algo una canción de camarón, los chichos, estopa o algo peor. Así hasta que te cortas por quincuajésima vez en el día, que coincide con la hora de salir (es curioso tambien, que siempre te haces el corte más doloroso a la hora de irte a tu casa).
Después una duchita rápida, por supuesto, y a ver a los amigos un rato, que no va a ser todo trabajo. Lo malo es cuando escuchas una conversación de dos amigos tuyos que hace tiempo que no ves y no sabes como intervenir, ya que te das cuenta de que te queda muy muy poquito en común con esos desconocidos que deben de haber abducido a tus amigos. Entonces cansado por todo el duro día y enparanoiado (no se si existe esa palabra) por el asombroso parecido de tus amigos con esos extraños que no dejaban de hablar de sudaderas mágicas, diferentes tipos de hierba para fumar, y pantalones metaleros, me volveré a casa donde encontraré una acogedora burbuja con forma de Blog en la cual trataré de desahogarme por la vida tan rutinaria y pesada que llevo en estos momentos, agh, ¡¡¡¡¡¡¡tengo que salir de aqui!!!!!!