Palabras ordenadas con algún fin más o menos indefinido (o lo que vienen a ser mis sirocos de juventud)

martes, febrero 07, 2006

Una nueva luz


Hoy he sonreído. Y fué como con nuestro primer beso, necesitaba hacerlo. Un torrente de vida encerrado en un cuerpecito con tan solo 10 minutos de existencia.
Un mundo entero para él solo, una multitud de cosas que aprender, una infinidad de caminos que emprender, de decisiones que tomar, de sensaciones por sentir. Me alegro de que naciera hoy, el día de mi santo, para poder celebrarlo de una vez de verdad, por estar entre las primeras 10 personas que vieran sus ojitos que aun no se de que color son, por haberle hecho su primera foto y haberle visto la cara a mi hermano, por haber llevado a la nueva abuela a ver a su recien estrenado nieto, por encontrar allí a mi padre, con el que tengo muchas diferencias pero que quedan todas olvidadas con algo como lo de hoy.
No puede haber nada más bonito. Lo quiero, lo quiero con toda mi alma y no lo conozco de nada, es precioso, es maravilloso, es... una razón para ser feliz, para tener esperanza, es un pedazo de inocencia en un mundo corrupto, ojalá permanezca siempre así, que no pierda esa dulzura y nos siga contagiando a todos con ella.
Es mi sobrino y se llama Alex.