Palabras ordenadas con algún fin más o menos indefinido (o lo que vienen a ser mis sirocos de juventud)

domingo, diciembre 18, 2005

Reflexión inconclusa

Sentado delante del monitor, escuchando música de J. Horner, hago un repaso general de las ideas que poblan mi cabeza en este momento. Recuerdos que me han marcado, pasos difíciles de dar que al fin resolví dar. Un par de compromisos, algunas dudas, algunos deseos cumplidos y muchos otros inconclusos y de difícil materializacion.
Dejar los estudios por trabajar en la construccion quizás fue la decisión más difícil que he tomado en mi vida. Supongo que despues de todo hice bien, aunque por supuesto las cosas siempre se pueden hacer mejor. Todo es cuestion de prioridades, sin embargo, en aquel momento me encontré en un callejón sin salida, a pesar de todo nadie agradeció mi decisión, más bien todo lo contrario, con el tiempo y con la herida aun abierta, llegaron a recriminarme los que dicen que me quieren que fuí un cobarde. Yo creo que lo fácil habria sido seguir el sendero que sigue la mayoría, pasar 5 o 6 años en una facultad de juerga en juerga y pasando por los pelos los examenes para conseguir un pedazo de carton firmado por el rey que sirve para muy poco.
Cuando de la noche a la mañana me ví de estudiar en mi cuarto con la estufa a pasar 12 y 13 horas cargando con pesadas barras oxidadas, mojadas y frías empecé a comprender algunas cosas, sin embargo nunca dudé de que sería capaz de soportarlo "si un hombre puede, cualquiera puede" es mi lema, y así he pasado dos años duros pero que me han marcado, espero que para bien.
A veces pequeñas voces en mi mente me dicen "¡madura! ¡has conseguido un trabajo fijo y eso es más de lo que mucha gente esperaba de tí!" y me duele tener una parte de mí tan insegura. ¿Es esta la realidad? ¿Mi techo, lo máximo a lo que puedo aspirar es a un trabajo monótono, aburrido e intrascendente? Otra parte de mí me dice que no, que esto es solo un paso más, una parada del transporte que me lleva a realizar mis deseos...